¿Sabes lo
que es el autismo? ¿Conoces a alguna persona que lo padezca, ya sea autismo en
sí o trastornos similares?
Independientemente
de que tu respuesta a cualquiera de las dos preguntas, o a las dos, sea sí o
no, seguro que en esta entrada o en lo que te voy a recomendar con ella, te
toparás con algo que te interese, o que te deje con la boca abierta.
Documental
"El laberinto autista", de Documentos TV.
Todos
deberíamos, al menos, tratar de conocer qué significa realmente padecer estos
trastornos, y qué implicaciones conlleva. La desinformación generalizada acerca
de estos temas no crea sino un temor y un miedo absurdo fundado en el propio
desconocimiento hacia estas personas.
Que son eso,
personas. En muchos casos, más personas incluso que quienes no tienen
diagnosticado ningún trastorno. Concretamente y sobre este mismo punto, creo
que es muy ilustrativo el minuto 48'10", cuando un chaval de 11 años que
tiene Asperger, habla un poco sobre sus compañeros de clase. La mente lógica
que tienen ellos les lleva muchas veces a unos razonamientos que, sinceramente,
deberíamos saber hacer los demás. Yo tampoco entiendo la broma, ni le veo la
gracia Alberto...
Como siempre digo, si tienes un rato, échale un vistazo a este documental, que seguro te
acerca un poco más a cómo viven y cómo se sienten estas personas. Sin duda,
creo que no somos conscientes de lo muchísimo que podemos aprender con ellos,
ni somos conscientes tampoco de lo felices que podemos ser a su lado.
"Sí que sabe cuando quiere
que le den un achuchón."
Marina Prieto, madre de Adrián,
autismo severo, 8 años.
"Es muy inflexible. Él, si
quiere jugar a una cosa, tiene que jugar a lo que él quiera, como él quiera con
las normas que él quiera. Entonces, claro, la relación con los demás se
complica cuando las cosas tienen que ser siempre como tú quieras."
Almudena Prieto, madre de Sergio,
autismo leve, 12 años.
"Tuve muy claro desde el
principio que, una vez que conocí de verdad el síndrome, Virginia moriría con
él. Tenía que darle la mayor calidad de vida. Tuve clarísimo y mi familia
también que teníamos que adaptarnos nosotros a Virginia, y no Virginia a
nosotros."
Benito Junoy, padre de Virginia,
autismo severo, 44 años.
"A mí me resulta más
difícil, con un niño, hablar un rato y entender bien, entenderle bien, que, por
ejemplo, saber qué pasa en una fisión... Me parece más difícil entender al niño
que eso."
Alberto, síndrome de Asperger, 11
años.
"Me cuesta mucho mantener la
mirada en los ojos de una persona cuando me habla, siempre se me va la mirada a
otro sitio. Después entender bromas, me gastan una broma y no sabría decir si
me lo dicen en serio o con mala intención. Yo eso no se verlo aunque me
esfuerzo por aprenderlo."
"Con la gente, su nivel
comunicativo es muy rápido y no siempre me da tiempo a captar lo que están
hablando."
"No me gusta el contacto
físico... Intento superarlo como puedo."
Cristina, síndrome de Asperger, 19
años.
"Se dice de las personas con
Asperger que son expertos en inteligencia física e inhábiles en inteligencia
social. [...] Junto a todo esto también hay dificultades de aprendizaje. No por
ser inteligente no hay dificultades de aprendizaje."
Juana María Hernández, psicóloga.
Cierro esta
entrada con una cita de un libro que narra, en primera persona, una historia
sobre un chico que padece autismo: "El curioso incidente del perro
a medianoche", de Mark
Haddon. El autor hace un buen trabajo poniéndose en la piel del protagonista,
Christopher, y emula bastante bien lo que se entiende que significa padecer el
trastorno.
"Puedes seguir deseando algo
por muy improbable que sea."
ALMU
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