Esta serie de tres documentales, producidos por la HBO y estrenados en los años 1996, 2000 y 2011, narra una tremenda historia que comienza con el escalofriante y brutal asesinato de tres niños de 8 años en 1993, en West Memphis, Arkansas. Tres adolescentes son acusados por ello. El resto de lo ocurrido merece la pena verlo directamente en los documentales y formarse una opinión propia al respecto. La mía se resume en esta imagen que he encontrado:
Lo primero de todo para hacer una reflexión sobre estos documentales es saber que cada Estado del mundo tiene sus leyes penales y procesales para los enjuiciamientos y demás procesos criminales, que estarán inspiradas en los principios constitucionales concretos que considerara el legislador en su momento para su ordenamiento jurídico. Podrán ser en su contenido más o menos moralmente correctas, garantistas, seguras, justas, etc., ése es otro debate, pero serán formalmente ley.
El debate aquí es que, existiendo una ley ésta se incumpla, y se incumpla además por quienes se rigen supuestamente por el principio de legalidad, lo cual es escandaloso y una auténtica tragedia, sea en el ámbito que sea, no sólo por la incongruencia del hecho en sí, sino también por que en muchos países nos conformemos con que esto es normal y, por tanto, no se puede hacer nada al respecto.
Cada Estado tiene sus vacíos, sus aciertos y sus meteduras de pata legislando en asuntos penales (que son MUY difíciles de legislar), pero es inconcebible que se "garanticen" un derecho a la presunción de inocencia y una exigencia de probar fehaciente y LEGALMENTE la culpabilidad siempre y cuando convenga. Y más en aquellos Estados en que se contempla la pena de muerte, como es el caso de los documentales (si no me estoy colando con que efectivamente contaran con estas garantías en Arkansas, que todo puede ser). Cuando se acusa de cualquier manera, simplemente por que se pide que rueden cabezas, se pueden llegar a cometer barbaridades que ponen al Estado y a la Administración de Justicia al nivel de quien perpetra un crimen, y hay que estar por encima de ello (joe, ¡para eso eres un Estado!); cada uno tendrá su opinión, y la mía a este respecto es que es inadmisible, por la falta de profesionalidad y porque se intenta castigar sin conseguirlo un incumplimiento de la ley a través precisamente de seguir incumpliéndola, perdiendo pues la congruencia y la imparcialidad, necesaria para un juicio justo; es un poco esto del "y tú más" del que habla la nueva política española. Y bueno, lo de la Doctrina Alford, a la que no tienen más remedio que someterse los acusados del documental, por la que el Estado no tiene responsabilidad, me parece el colmo de los ejemplos en este sentido.
En esta línea, viene a la mente la película "En el nombre del padre", curiosamente también del año 93. De igual forma, merece mucho más la pena verla que contarla. Yo no niego que un culpable deba ser penado y rehabilitado de la forma en que lo precise, y me parece además necesario, pero a mí se me parte el corazón imaginando que gente inocente pueda estar ocupando ese lugar, sobre todo cuando hay unas leyes que lo intentan evitar en la medida de lo posible, por negligencias e incompetencias de los órganos públicos correspondientes que necesitan una cara y una condena a cualquier precio. Me parece un fracaso de la ley, de la sociedad y del ser humano.
Creo que las víctimas merecen respeto y justicia, pero se merecen una justicia real, y por eso debe haber medios e imparcialidad para conseguirla. Jason Baldwin, uno de los tres acusados, es claro al respecto y así lo afirma en los documentales: "es una tragedia lo que les ha pasado a las víctimas, y lo siento mucho, lo siento muchísimo por ellos, pero también es una tragedia que yo esté en la cárcel sin haber hecho nada". Es difícil, y yo también pensaba así, emocional y visceralmente, pero el Derecho Penal no puede ser victimista: "ojo por ojo y el mundo acabará ciego" (Mahatma Gandhi).
Me falta mucho por saber y por conocer sobre este tema tan controvertido y complicadísimo, pero creo que es básico para una sociedad definirse bien al respecto, y quizás lo más importante sea educar a los ciudadanos, cualquiera que vaya a ser su profesión pero sobre todo si se van a dedicar a investigar, acusar o enjuiciar, en los valores complementarios de la justicia, la libertad y el respeto a los demás, para poder comprender en toda o casi toda su magnitud el crimen y sus consecuencias en base a la ley. De verdad, y más en este contexto penal, es bonito respetar la ley, y hay muchos preceptos que no están tan mal, aunque otros sean ofensas puras y duras al Estado por salvar a cierta gentuza de todo tipo. Ser honrado hoy en día no debería ser un reto, pero lo es, y qué rabia me da...
Cuando dejemos de conformarnos, de creernos lo que nos dicen los medios y nos indignemos de verdad por que gobierno, legisladores y poder judicial nos tomen por tontos, probablemente podamos volver a llamarnos "civilización", con orgullo y con razón.
Enlace al primer documental "Paradise Lost: The Child Murders in Robin Hood Hills": https://www.youtube.com/watch?v=pAjOITVj2eE&list=PLmrgQV7n11Pm0qEAKPISdF2urIiqyx0l_&index=71
Segundo documental, "Paradise Lost: Revelations":
Enlace al tercer documental, "Paradise Lost: Purgatory": https://www.youtube.com/watch?v=j2S1e8Cpuu8&index=70&list=PLmrgQV7n11Pm0qEAKPISdF2urIiqyx0l_
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